miércoles, 26 de junio de 2013

Pudrición de solado de madera.

La madera puede ser atacada por distintos tipos de organismos vivos.
En este caso hablaremos de los hongos xilófagos.
De entre los tipos que hay, hablaremos de los hongos de pudrición


Hongos de pudrición.

Son hongos que atacan la pared celular de la madera alimentándose de la celulosa, hemicelulosa o lignina que la componen. Producen un ataque destructivo que hace perder rápidamente las propiedades al material, tanto su densidad como su resistencia.

De forma general se desarrollan en maderas en contacto o próximas al suelo, con niveles de contenido de humedad superiores al 20% y entre 3º C. y 40 º C de temperatura.

Consecuencias de su ataque son la pérdida de densidad y el aumento de la humedad de la madera.

Tipos de pudriciones por hongos.

Se distinguen tres tipos:

a) Pudrición blanca. También llamada corrosiva.
          El hongo que la produce en coníferas es el Schizophylum commune. Se alimenta de la celulosa o hemicelulosa de la pared celular, dejando la madera con un aspecto blanquecino, más acusado en su trasdós o en zonas no barnizadas, y sin peso. La madera, en casos extremos pesa casi lo mismo que la madera de balsa.

b) Pudrición parda. También llamada destructiva o cúbica.
          El ataque de los distintos tipos de hongos que la producen, deja la madera sin celulosa, dejando la lignina. La madera queda disgregada en formas cúbicas que se desmoronan con el roce de la mano.
Hay dos tipo de pudrición parda:
          La parda seca. Sobre madera apeada y colocada.
          La parda húmeda. Sobre madera húmeda.

c) Pudrición blanda.
          Se produce sobre maderas en contacto con el suelo. El ataque les confiere una consistencia de queso fresco.

PATOLOGÍA.
En ocasiones nos encontramos con suelos de madera que presentan una falta total de densidad. Al caminar sobre ellos, su apariencia puede ser normal, pero basta un mal movimiento para que cedan bajo el peso de nuestros pies.

Al observarlos detenidamente, vemos que carecen de los típicos agujeritos provocados por la carcoma. Tampoco tienen erosiones como las provocadas por las termitas, ni grandes perforaciones como las que producen los insectos xilófagos. Su aspecto exterior puede ser similar el que se muestra en la fotografía.

Tarima afectada por hongos xilófagos.

DESCRIPCIÓN.
Aspecto, en apariencia normal, de una tarima de madera machihembrada de pino. Su aspecto no hace pensar que sufra un extraordinario ataque de hongos de pudrición, salvo cuando al pisar sobre ella se parte con el mínimo peso.

Pudrición blanca en madera.

DESCRIPCIÓN.
Al levantar la alfombra y manipular minimamente las tablas, se comprueba su aspecto blanquecino en el trasdós y como han perdido el 90% de su peso. Las tablas, de 18 mm. de espesor, se parten con una mínima fuerza. En la rotura se aprecian fibras de la madera que se desprenden en el sentido del hilo de la misma.

JUICIO TÉCNICO.
Se trata en este caso de una pudrición blanca. La madera era el único elemento de separación entre un espacio cerrado bajo ella, limitado por muros de hormigón y de casi un metro de altura.
En este espacio se disponían muretes de fábrica entre los cuales se colocaron travesaños a los que se clavó la tabla de madera directamente.

El espacio carecía de iluminación ni ventilación alguna por lo que fue favorable para la proliferación de hongos xilófagos de pudrición, que provocaron la patología que os presento.

REPARACIÓN PROPUESTA.
En el caso que nos ocupa ninguna. No había madera que no estuviera gravemente afectada por la pudrición pues la casa llevaba sin uso desde hacía más de 10 años. Lo único que se puede hacer en este  caso es demoler todo el pavimento y colocar madera nueva. Eso si, ventilando e iluminando el espacio bajo ella para que no se vuelva a favorecer la pudrición blanca.

martes, 25 de junio de 2013

Defectos en aplacado.

Aplacado.

Se denomina aplacado al revestimiento interior, o generalmente exterior, que se realiza en base a piezas regulares de piedra natural o materiales similares. Generalmente de peso considerable.
Existen muchas formas de fijación a la pared soporte. La más común es mediante grapas o ganchos de acero inoxidable que se fijan al canto de la pieza a aplacar y a su vez a la pared mediante una roza.
Hay muchos más sistemas sobre los que no me extenderé.

El objeto último de la fijación no es otro que impedir que las piezas de grandes dimensiones se puedan desprender de la fachada y caer sobre la acera con lo que esto supone.

Deben ser por tanto sisitemas fiables y duraderos

Aplacado con fijación sobresaliente.
Aplacado mal resuelto.

DESCRIPCIÓN.

Lo que debe imperar es el sentido común y un cierto gusto estético.
En el caso que os muestro se ha resuelto la fijación de las placas, o su refuerzo posterior, mediante taladros colocados en la tabla del material, cuyo resultado estético de conjunto es más que dudoso.

Aplacado de fachada.
Aplacado exterior.

DESCRIPCIÓN.
Vista de conjunto del detalle anterior donde se aprecia que se han, si se me permite la expresión " matado moscas a cañonazos".
La solución de fijación es exagerada y totalmente antiestética. Con el tamaño y peso de las piezas y tratándose de una sola altura, se podrían haber fijado hasta sin ganchos. No hubiera sido necesario hacer nada de lo que se hizo. Si la fijación fue a propósito está claro que la solución resulta fea a todas luces.

REPARACIÓN PROPUESTA.
En este caso no cabe otra que la demolición y nueva colcación del aplacado. Resultaría una solución en precario soltar los tornillos de fijación y emplastecer los taladros realizados en las placas. Esta última solución deja la pared también bastante fea pero no se aprecian los tornillos oxidados sobre el aplacado.